29.2.08

(b II)




Las ramas de luz atónita poblando innumerables veces el área de tu frente asaltada por olas
Asfaltada de lumbre tejida de pelo tierno y de huellas leves de fósiles de plantas delicadas
El mundo bañando por tus ojos y tu rostro de lava verde

Apenas dormido vuelvo de más lejos a tu encuentro de tinieblas a paso de chacal
mostrándote caracolas de espuma de cerveza y probables edificaciones de nácar enfangado

Vivir bajo las algas


El sueño en la tormenta

un camino incierto de tierra en medio de la tierra
de tierra y tu frente se levanta, como un árbol de nieve y cerezas
y apaga el alba y el día se enciende y vuelve la noche y lenguas de tu pelo se interponen y azotan el
rostro helado de la noche
Para sembrar el mar de luces moribundas
Y que las plantas carnívoras no falten de alimento
Y crezcan ojos en las playas
Y las selvas despeinadas giman como gaviotas

La noche se reduce y explota en un eclipse lunar

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